PREVENCIÓN: CLAVE PARA EVITAR CONSUMO DE DROGAS EN MENORES
PROGRAMA “APRENDO A VALERME POR MÍ MISMO”
Fuente: KATHERINE CASTRO. www.crhoy.com
Desde hace más de una década, el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), trabaja en desarrollar acciones anticipatorias con el fin de prevenir que los niños y jóvenes del país se expongan a situaciones de riesgo relacionadas al consumo del licor y drogas.
A través del programa “Aprendo a valerme por mí mismo”, una propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptada a nivel país desde 2003, pretende que la población estudiantil cuente con habilidades para vivir e logren incorporar en su cotidianidad conocimientos, valores y destrezas psicosociales.
De acuerdo con la doctora Vera Barahona, coordinadora del Área Técnica del IAFA, los programas escolares están diseñados para ser adaptados a cada grupo estudiantil.
“Tenemos un programa que lo llamamos prevención universal porque va dirigido a toda la población estudiantil. Está basado en habilidades para la vida y el fuerte es el trabajo en esas habilidades que le permitan a los niños fortalecerse como persona y enfrentarse a cualquier situación que pueda presentárseles”, indicó Barahona.
Barahona fue clara en que desde la parte de prevención del consumo de drogas lo importante es la persona más que la droga, ya que el pasado algunas estrategias se enfocaban en la droga, sus efectos y consecuencias, lo cual no daba los resultados esperados.
“Hemos notado que cada vez es menor la edad en que los menores inician el consumo, incluso hay niños que antes de los 10 años están en contacto con el alcohol o con el tabaco y entre menor la edad de inicio se complica más”, dijo.
Además el personal docente es capacitado por funcionarios del IAFA de las distintas regiones del país, con el objetivo de que estos cuenten con los insumos necesarios para generar actitudes positivas en los estudiantes.
De igual se les apoya con material didáctico adaptado a las edades de los estudiantes, por ejemplo, para primer, segundo y tercer grado, los niños aprenden por medio de juegos, mientras los estudiantes de cuarto, quinto y sexto grado cuentan con un folleto.
Asimismo, el instituto también trabaja con padres de familia para que esas habilidades que son vistas en las aulas, puedan ser replicadas en los hogares.
“Ese programa se logró evaluar en jóvenes que pasaron por el programa y efectivamente la evaluación salió positiva. Los muchachos vieron que el aprender habilidades para las vida les ha servido mucho para tomar decisiones de no consumo”, manifestó la doctora.
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