LAS NUEVAS ADICCIONES SE «DISFRAZAN» DE RECREACIÓN
Fuente: www.20minutos.com.mx.
La investigadora Noemí Gómez advirtió hoy que las nuevas adicciones en la sociedad contemporánea, como la vigorexia, la oniomanía o el trastorno dismórfico corporal, se «disfrazan» de recreación…
En entrevista con Notimex, la especialista agregó que las adicciones “son un juego complejo, donde el que pierde, pierde lo que le queda, que es la vida”. Indicó que hay etapas adictivas que comienzan con un uso casual, como: “la vigorexia, que es adicción al ejercicio físico; la oniomanía, que es adicción a las compras compulsivas; el trastorno dismórfico corporal, que es adicción a las cirugías plásticas; o la codependencia, que es la adicción a las personas con sus múltiples caras”.
Manifestó que otras adicciones son los juegos en línea, el comedor compulsivo, la adicción a la pornografía, al trabajo, al sexo, al celular, al juego, a las nuevas tecnologías, a comer saludable, o la anorexia, entre otras. La académica del Departamento de Psicología, Educación y Salud del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) puntualizó que: “se empieza por usos casuales, donde estas nuevas adiciones se disfrazan de recreación, de búsqueda de alimentarte o mantenerse sano, de divertirse, entre otros.
“Muchos adictos se preguntan: ¿qué tiene de malo ir al casino o qué tiene de malo tener un buen celular? pero luego muchas personas pasan de usuario casual a usuario más habitual, luego pasan a abusar, hasta convertirse en un adicto”, dijo. Noemí Gómez destacó que todas estas adicciones en la sociedad contemporánea: “se van disfrazando de sensación de poder y libertad, de esta ilusión de pretender controlar la vida, de la sensación de ser especial, de esta sensación de no tener límites aparentes”. Resaltó que en la medida en que se le va empleando más tiempo, en que se va compitiendo con los principales ámbitos de vida, se van dejando afuera cosas que son indispensables para un equilibrio en la existencia.
Subrayó que la persona que padece alguna adección, empieza a evadir la realidad cada vez más, “comienza a disfrazarse el riesgo destructivo, a aislarse de los demás y a desarrollarse una conducta obsesivo compulsiva, que es el asunto de la dependencia, la obsesión por este tipo de paliativos”. sostuvo. Afirmó que las personas adictas “necesariamente sufren una fractura de los vínculos primarios y una no consolidación de estos vínculos primarios, y se va construyendo una sensación de desamparo, aislamiento, soledad y vacío, que estos consumos empiezan a llenar. “El caldo de cultivo es complejo, tiene que ver con la historia personal, pero también con la sociedad contemporánea y la propia predisposición de la persona, hay muchos estudios de neurociencias que hablan de la inclinación a segregar una serie de sustancias con los primeros consumos”, apuntó.
La investigadora manifestó que hay muchos consumidores fuertes que no son adictos, “pero en muchos casos el adicto se engaña de la realidad. “Ya no hay adictos puros ni consumidores puros, la adicción a las sustancias va muy acompañada de algunas otras adicciones, por ejemplo, también tienen adicción al sexo, a trastornos alimenticios, etcétera., es como si estuviéramos en un caldo de cultivo perfecto”, concluyó.
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