INTELIGENCIA EMOCIONAL PARA PREVENIR ADICCIONES
Fuente: http://www.aulamagna.com.es . Guillermo Pedrosa.
La Universidad de Jaén celebró la semana pasada la Jornada ‘Juventud y riesgo de adicciones: su prevención en etapas prelaborales y laborales’, un punto de encuentro que tuvo como objetivo reflexionar sobre el consumo y la adicción, y poner disposición de los asistentes recursos psicológicos y sociales para prevenirlos. El foro contó con la participación de diversos expertos y profesores de la UJA en Derecho, Trabajo Social, Psicología Social, Psicobiología y otras materias, estuvo organizado por UGT y fue financiado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
A través de diversas mesas se analizó cómo afecta la adicción y la drogodependencia a los jóvenes, tanto en el entorno educativo y prelaboral, como en el laboral. Igualmente se analizaron diversos protocolos y planes de acción para prevenir procesos adictivos, y se habló sobre inteligencia emocional, como uno de los principales recursos para aprender a reconocer y afrontar este tipo de conflictos. El objetivo, en este sentido, fue el de desarrollar en los jóvenes las habilidades y capacidades necesarias para la identificación precoz de conductas con riesgo adictivo.
A lo largo del encuentro se identificaron tres procesos en relación con la adicción. El primero, el ‘consumo de drogas’, que está enfocado en la libertad individual de cada persona para consumir, siempre y cuando no se perjudique a terceros y no se lleve a cabo en lugares prohibidos. El, segundo, los ‘consumos problemáticos’, que hace referencia a una conducta de consumo que, por excesiva, genera conflicto y requiere acciones de reducción. Y el tercero, las ‘adicciones’, referidos a un consumo que genera dependencia.
La principal conclusión del encuentro fue que la mejora de las habilidades o competencias emocionales es una de las principales herramientas para luchar contra la conducta conflictiva generada por la adicción. Los expertos acusaron que éstas no están incluidas de forma explícita en los planes de estudio, cuando es un claro factor de éxito en los programas de intervención. En este punto destacaron que aprovechar el tránsito por la universidad, como una etapa preparatoria para la inclusión en el mundo laboral, para la adquisición o mejora de las habilidades emocionales, constituye una oportunidad no solo para tener un alumnado con un mayor rendimiento académico, mejores estrategias de afrontamiento o más adaptado socialmente, sino también para mejorar sus niveles de salud y sus hábitos de vida.
La jornada fue inaugurada por el vicerrector de Estrategia y Gobierno del Cambio de la Universidad de Jaén, Juan Manuel Rosas, la secretaria de salud Laboral y Medio Ambiente de UGT-CEC, Ana García, y el catedrático de Derecho del Trabajo de la UJA, Cristóbal Molina, quien presentó en el marco de este encuentro el informe: ‘Jóvenes, riesgo de adicciones y tránsito del entorno educativo al trabajo: qué saber (riesgo y daños) y cómo prevenir (protección y salud)’, elaborado en colaboración con otros expertos y profesionales.
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