Postpandemia, drogas y fiesta

julio 14, 2021

Fuente: lasdrogas.info. .

Ansiedad, baja tolerancia a las sustancias, euforia y nuevas drogas se convierten en el principal riesgo para la reapertura de la vida social en contextos donde se presentan consumo. Hay que prestar especial atención a la generación de adolescentes jóvenes que debieron entrar al consumo y la fiesta en este año de encierro y han salido a comerse el mundo para luego vomitarlo. Ni el sistema de salud ni la industria se han preparado para la reapertura de la fiesta.  Qué hacer para minimizar este impacto inevitable.

Por: Daniel Rojas – Psicólogo

Julián Quintero – Sociólogo 

Tras un año y medio con la emergencia sanitaria por COVID-19 que ha tenido costos en todas las esferas de la sociedad, en países como Colombia y España la reapertura económica se ha venido realizando desde aproximadamente hace poco más de un mes y con ella el ocio y vida nocturna, generando diversas reacciones a nivel político, económico y civil, tanto en el sector público como en el privado. Dicha reapertura se enmarcan en un proceso aun incompleto de vacunación que para el 25 de junio en España, se encontraba en un 51,3% total de su población vacunada de acuerdo con la información del medio “ABC” quienes citan los datos del “Ministerio de Sanidad”; mientras que para el caso de Colombia, que evidencia un panorama más precario, de acuerdo con el diario “La República” reporta para finales del mes de junio, el gobierno ha aplicado la inmunización a poco más de 6 millones de personas de los 50,4 millones que posee el país, además de encontrarse en medio de unas condiciones de estallido social en las que se presentan protestas, marchas y aglomeraciones.

Todo esto ha llevado a que la reactivación de la vida y ocio nocturno sea polémica, sin embargo, la necesidad económica y para algunos la relevancia dentro de su salud mental que implica estos espacios ha llevado a que el retorno a los bares, clubes, discotecas, festivales, eventos y raves ya esté en acción y con esto la inevitable exposición a diferentes riesgos a los que los consumidores de sustancias legales e ilegales se pueden exponer.

Se había anticipado que pasaría desde hace un año.

Hace un año, desde el proyecto de reducción de riesgos y daños Échele Cabeza por parte de la ONG Acción Técnica Social (Col) ya iniciaba a predecir el posible escenario que no solo Colombia sino el mundo enfrentaría, estableciendo así, hipótesis acerca de la dinámica y posibles factores de interacción que tendrían las personas al momento de volver a consumir sustancias una vez las restricciones disminuyeran o se acabara la pandemia (lo que sucediera primero).

Teniendo en cuenta el tiempo, cambios en aspectos de tipo biológicos, psicologicos y sociales se esperaba que se presentaran usos riesgosos, abusos, intoxicaciones y hospitalizaciones por parte de los usuarios, debido a que pocas veces los consumidores tienen en cuenta variables como la tolerancia la cual posterior a un tiempo prolongado sin consumo disminuirá y con ello la sensibilidad psicobiológica (efecto tanto objetivo como subjetivo del cuerpo) aumentará, en otras palabras, necesitarán tomar una dosis o cantidad menor para presentar los efectos que antes obtenían. Las personas volverán al mismo bar, el mismo viernes, a tomarse las mismas copas, pero su cuerpo y cerebro no serán las mismas y el efecto será diferente.

Adicional a lo anterior, el tiempo y restricciones también llevarían a generar al momento de abrirse los lugares o eventos, una euforia y ansiedad que no necesariamente seria hacia las sustancias, pero si hacia la fiesta (con su respectivo contexto) y con ello una disminución de la percepción del riesgo que aumentaría la probabilidad de: mayores frecuencias e intensidades en el consumo, mezclas entre sustancias, velocidades aceleradas de consumo, prácticas de riesgo asociadas en el consumo, entre otros y con ello las consecuencias respectivas.

A tal panorama se le suma un factor determinante como es la llegada de nuevas sustancias psicoactivas al mercado o también la presencia de adulterantes y suplantadores altamente perjudiciales para la salud en las sustancias de fiesta. Actualmente y lo que lleva corrido de año, el proyecto Energy Control en España ha advertido acerca de esta situación en su página y redes sociales, esto con el objetivo de evitar que personas consumidoras de su país y otros países de Europa lleguen a consumir la sustancia y tener malas experiencias o complicaciones de salud.

En Colombia, Échele Cabeza con su servicio de análisis de sustancias (S.A.S) también ha logrado realizar diferentes alertas psicoactivas que han emergido en primera instancia por la preocupación y crisis de algunos usuarios que escriben al perfil de redes sociales, al experimentar efectos no deseados de alta duración e intensidad y que posteriormente se acercan al punto fijo a realizar el análisis de lo que consumieron. Esta acción no solo ha permitido disminuir y evitar casos concretos de intoxicación de una forma remota (mediante la divulgación por redes) sino también en intervenciones de campo durante uno de los últimos eventos de Techno en la capital, donde para ese momento la ciudad estaba teniendo contacto con una pastilla vendida como presunto MDMA mientras que su verdadera composición era predominantemente metanfetamina. Se debe tener en cuenta que ante las practicas riesgosas de consumo como las mezclas entre sustancias, los diferentes factores como ansiedad/euforia, la baja tolerancia y el consumo de dosis que antes de cuarentena habitualmente tenían los usuarios ya de por sí podrían generar altos riesgos de intoxicación, ahora la sumada presencia de este tipo de adulterantes establece un alto riesgo para la integridad de las personas usuarias de sustancias en cualquier parte del mundo.

Si bien, como la evidencia lo ha demostrado y estos servicios de RRD (reducción de riesgos y daños) son determinantes y necesarios para la salud de los usuarios de sustancias psicoactivas, el efecto de una pandemia y cuarentena algunas veces son inevitables por lo que de acuerdo con el reporte de “Intoxicaciones con sustancias químicas durante el primer trimestre de 2021” presentado por la secretaria de Bogotá en Colombia se han presentado hasta marzo:

  • 16 personas intoxicadas por Aguardiente de Caña (un tipo de licor), 6 Mujeres vs 10 Hombres
  • 8 personas por alcohol etílico, 4 M vs 4 H
  • 6 personas por anfetaminas no especificas
  • 43 personas por Cocaína, 9 M vs 34 H
  • 3 personas por MDMA, 1 M vs 2 H
  • 1 personas por LSD
  • 65 personas por Cannabis, 28 M vs 37 H
  • 2 personas por metanfetamina, 1 M vs 1 H

Dos hechos significativos en diferentes contextos han evidenciado estas hipótesis, por un lado, el fin de semana del 12 al 14 de junio, el proyecto Échele Cabeza recibió el reporte de más de 100 situaciones de crisis derivadas del consumo de drogas de síntesis, una persona ingresada al hospital y en coma, datos que no son normales pero coincidieron con la reapertura legal de la fiesta en la ciudad de Bogotá. Lo mismo ocurrió en una cárcel de la ciudad de Bogotá, donde después de reabrir la visita conyugal luego de un año, hubo tres personas enviadas al hospital por intoxicación, las cuales reportaron haber consumido la misma sustancia y las mismas cantidades después de un año.

De acuerdo con estos datos y teniendo en cuenta que en la mayoría de los consumidores de SPA alrededor del mundo comparten los diferentes factores o situaciones mencionadas, desde la RRD se busca generar un abordaje desde pautas o recomendaciones durante los diferentes momentos en los que se desenvuelven las personas consumidoras.

Antes

  • Asesorarse sobre antecedentes médicos y psicologicos en la familia
  • ANALIZAR LA SUSTANCIA DE SER POSIBLE
  • Si es MDMA en cristales u otra sustancia en polvo, pulverizar bien para evitar grumos en las sustancias, realizar bombetas o algún método de dosificación.
  • Evitar consumir en estados de ánimo depresivos
  • Evitar el consumo si está bajo tratamiento farmacológico
  • Evitar el consumo si presenta alguna condición o enfermedad, evitar si presenta sintomatología de COVID-19
  • Si lo va a realizar identificar que no tenga responsabilidades o actividades importantes el siguiente día(s)
  • Si va a ser la primera vez, evaluar si se siente preparado para utilizar la sustancia
  • Planear el lugar en donde lo realizará
  • Planear la situación o evento en el que lo realizará
  • Saber con qué personas lo va a realizar y evaluar si se siente seguro o no con la compañía

Durante

  • Mantener una adecuada dosificación: iniciar con las dosis más bajas posibles, por ej: en el caso del MDMA o comprimidos de éxtasis iniciar con ¼ o 1 bombeta previamente pesada (de ser posible)
  • Redosificar de acuerdo con las características de la sustancia y su propio cuerpo, entre mayor tiempo entre dosis menor riesgos presentara
  • Mantenerse hidratado
  • Evitar las mezclas entre sustancias (las principales intoxicaciones por mezclas se dan con alcohol
  • La vía de administración oral siempre es la menos riesgosa, las vías inyectadas y fumadas son las de mayor riesgo
  • No recibir bebidas u otras sustancias a desconocidos
  • Evitar compartir parafernalia o vasos con otras personas (focos de contagio)
  • Si presenta efectos indeseados o ansiedad (mal viaje), buscar reposo, apartarse de los lugares con muchas personas y de alta estimulación (visual, auditiva, táctil, etc.), permanecer por varios minutos hasta sentirse mejor, si persisten o progresan los signos o síntomas dirigirse a un centro de salud.
  • Si presenta efectos que son diferentes a los acostumbrados se recomienda detener el consumo, comunicar a sus amigos e ir chequeándose
  • Permanecer acompañado de personas de confianza y comunicar si se siente mal
  • Tener pausas y reposos en lugares de descanso y más aclimatados, actualmente los espacios abiertos representan menos riesgos

Posconsumo

  • No ingerir alimentos o bebidas que puedan recargar la función hepática (alcohol, alto condimento, grasas, etc.), mantener hidratación
  • Los tiempos de détox o espacios de descanso son fundamentales para mantener baja habituación, menor probabilidad de abuso, menor riesgo y daño físico y cognitivo.
  • Dormir, recuperar las horas de sueño perdidas y tener un adecuado reposo puede ser determinante en el estado psicobiológico de la persona posteriormente

Estas son algunas de las principales recomendaciones que se busca adherir a los usuarios de sustancias, si bien la curva de intensidad en el consumo que se vive y vivirá por algún tiempo es inevitable, lo ideal es que suceda lo más rápido posible y con el menor número de consecuencias y costos para la salud.

 

Referencias bibliográficas

  1. La República (2021) En Colombia se han aplicado 17,22 millones de dosis de la vacuna contra el covid-19.

https://www.larepublica.co/economia/numero-de-vacunados-en-colombia-hoy-28-de-junio-3192550

  1. Diario ABC (2021) Vacunación en España / Datos y porcentajes de población vacunada de coronavirus por comunidades.

https://www.abc.es/sociedad/abci-vacunacion-espana-datos-porcentajes-poblacion-vacunada-comunidades-nsv-202106091031_noticia.html

  1. @EcheleCabeza

https://www.instagram.com/echelecabeza/?hl=es-la

  1. Energy Control

https://www.instagram.com/energycontrol_rdr/?hl=es-la

  1. Secretaria de Salud de Bogotá. (2021) Intoxicaciones con sustancias químicas durante el primer trimestre de 2021 en Bogotá, D.C. Colombia

http://www.saludcapital.gov.co/CTDLab/Publicaciones/Boletin_Intox_S_Q_1er_Trimestre%202021.pdf

SOBRE EL AUTOR

Daniel Rojas Estupiñan

Psicologo en ejercicio dentro del area clinica e investigador desde el area de neurociencia y reducccion de riesgos y daños. Miembro de la Corporacion Accion Tecnica Social y del proyecto Echele Cabeza cuando se de en la Cabeza desde hace 4 años, atiende el servicio de asesorias psicologicas del proyecto Echele Cabeza desde el modelo de reduccion de riesgos y daños hacia usuarios consumidores con diversidad en los niveles de consumo. Coordinador de proyectos relacionados con la prevencion de consumo de SPA en contextos y poblacion de alta vulnerabilidad. Autor y coautor de publicaciones indexadas en el consumo de SPA y bases cognitivas subyacentes de la prosocialidad.

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