Reducción de daños y clubes sociales
Fuente: drugpolicy.org
Reducción de daños y clubes sociales de cannabis: explorando su verdadero potencial
Desde lasdrogas.info hemos tenido acceso al artículo «Harm Reduction and cannabis social clubs: Exploring their true potential» [Reducción de daños y clubes sociales de cannabis: explorando su verdadero potencial] publicado en la revista científica Drug Policy.
Es un artículo importante porque supone el primer estudio sobre reducción de daños en los Clubs Sociales de Cannabis (CSC), en Catalunya. En concreto la investigación se centra en informar de la presencia y ausencia de prácticas de reducción de daños en 15 clubs federados a la Federación de Asociaciones Cannàbicas de Catalunya (CatFac).
Se ofreció participar en la encuesta en línea a las 16 asociaciones que integraban en aquel momento la federación y 15 de ellas respondieron la encuesta. La mayoría de las personas que completaron el formulario (73,3%) fueron miembros con cargo en el consejo de administración. Catorce de las 15 personas que respondieron eran hombres y solo una persona era una mujer.
Como comentan en el artículo, para muchos autores la simple existencia de CSC ya reduce daños vinculados al consumo, como podría ser el de proporcionar un espacio seguro para el consumo. Pero sobre todo son unos potenciales grandes aliados de la reducción de daños, ya que son espacios donde se pueden tomar muchas medidas proactivas en esta dirección. La función del estudio es descubrir si ya se están haciendo o no.
Todos los Clubs, menos uno, estaban localizados en la ciudad de Barcelona o su área metropolitana. Y ninguno de ellos permitía la entrada a menores de edad, pero 8 de los 15 clubs solo aceptaban a personas mayores de 21 años. El promedio del cannabis repartido en los CSC estaba entre los 26 y los 50 gramos mensuales y 11 clubs manifestaron tener alguna política para facilitar el acceso a las personas que lo consumieran con fines medicinales.
Para las responsables del estudio un dato interesante a resaltar es que si bien es cierto que en la gran mayoría de los Clubs cuentan con alternativas más sanas al consumo fumado convencional, como filtros, o vaporizadores, en muy pocos se ofrecen gratuitamente, y tampoco existe un gran conocimiento de los recursos externos para miembros con problemas de salud. Además añaden que deberían realizar más pruebas de laboratorio para determinar los componentes de la sustancia. Solo en seis de los clubs efectuaban análisis de laboratorio o una prueba rápida de cannabinoides.
Se nota el interés de algunos clubs con la formación al personal en cuestiones de reducción de daños y prevención, pero hay una brecha significativa con otros CSC que tienen una baja o nula capacitación del personal. Igual pasa con facilitar el acceso a información y materiales sobre la sustancia que ayuden a prevenir riesgos y reducir daños, se observa un interés en la mayoría de los clubs, pero un tercio de ellos, la información y los materiales faltaban por completo. Además, en 11 de los 15 clubs solo está accesible para cada socio la información sus dispensaciones, como cantidades y variedades retiradas, si las solicita y en uno de los clubs no está disponible en absoluto. En cambio tres de los clubs las proporcionan sistemáticamente a las socias.
Once de los quince CSC tienen un servicio personal para cada socio de custodia del cannabis en el propio local. Como comentan en el artículo, esta medida ayuda a los miembros a evitar el riesgo derivado por multas por posesión en espacios públicos.
Las autoras del artículo consideran que no es sencillo para todos los CSC cumplir con muchas de las medidas. Por ello apuestan por un mayor apoyo en formación y herramientas que les permitan explotar su verdadero potencial como agentes efectivos de reducción de daños.
De cara al futuro, remarcan la necesidad de un análisis más completo de la perspectiva de género en los clubs y en la reducción de daños.
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