Diez años de datos de análisis de drogas en Zúrich publicados en un estudio
Fuente: sciencedirect.com
El servicio de análisis de drogas de Zúrich, ha publicado un artículo con los resultados de los análisis de drogas que han recogido en los últimos 10 años (2011-2021). Este servicio recoge muestras de forma anónima por parte de la población y analiza las sustancias en términos cualitativos (diferenciando las diferentes sustancias activas que contiene la muestra), y cuantitativos (la concentración de cada sustancia activa en la muestra analizada). Para ello utilizan la cromatografía líquida de alta resolución y cromatografía de gases-espectrometría de masas.
La suma de las muestras recogidas en ese periodo y que se usaron para el estudio fueron 16398. El 80 % de las muestras fueron Cocaína (43,8%), MDMA (17,4) y anfetamina (17,1%). Y un 4% fueron presentadas como desconocidas por las personas usuarias del servicio. La suma de las muestras analizadas esta última década, representa multiplicar por 2,51 el volumen analizado.
Respecto al análisis de cualitativo, el 49,1 % fue un resultado inesperado, esto quiere decir que la composición de principios activos de la muestra era diferente a la composición con la que se había entregado al servicio de análisis. De entre los resultados inesperados, el 93,2% eran adulteraciones, que definen en el estudio como ingredientes activos, además del ingrediente activo declarado o la presencia de impurezas sintéticas. La sustancia más adulterada fue la heroína con un porcentaje del 99,3%, en las muestras de heroína no se detectó adulteración con fentanilo hasta 2021 y la mayoría de los adulterantes consistieron en paracetamol (31 %), cafeína (30 %), codeína (20 %) y morfina (15 %), entre otros. Además, la mayoría de las muestras adulteradas, de todas las drogas, contenían dos o más adulteraciones aparte de la sustancia activa esperada. Otros grupos de sustancias psicoactivas con altas proporciones de resultados analíticos inesperados detectados fueron anfetamina, DMT y cocaína, mientras que se detectaron proporciones bajas en ketamina, metanfetamina y MDMA.
Sobre el análisis cuantitativo, el estudio declara que el 17,6% de las muestras tenían un contenido bajo en la sustancia activa esperada, pero también señalan diferencias muy significativas entre sustancias. Las medias las sitúan en cocaína 22,9 % de pureza, pastillas de MDMA con una dosis media de 47mg, y anfetaminas con una concentración del 34,2 %. A la vez destacan en 2011 el contenido más alto de MDMA por pastilla fue de 165 mg, mientras que en 2021 se detectaron contenidos extremadamente altos de más de 300 mg por pastilla.
Según el estudio, la variabilidad de resultados tan dispares dentro de cada sustancia, evidencia un mercado muy variable, y la necesidad de servicios de análisis de drogas como una de las mejores medidas para prevenir los riesgos que provoca esta disparidad de resultados. Para informar de forma concreta a las personas que las usan, y para monitorizar el mercado ilegal.
En el análisis longitudinal de la MDMA, la anfetamina y la cocaína proporcionadas por las personas usuarias del servicio, se demostró que se observaron tendencias significativas al alza en la calidad y el contenido de las sustancias a lo largo del tiempo. Kerr y otros (Kerr et al. 2017) han planteado anteriormente la hipótesis de que es razonable suponer que los servicios de análisis de drogas pueden ayudar a cambiar el mercado de drogas ilegal y estabilizar los mercados dinámicos.
Pese a los buenos resultados de los servicios de análisis, se lamentan de que en 2017 solo contáramos con 31 programas de control de drogas en 20 ubicaciones geográficas, predominantemente en Europa. Para las investigadoras, el potencial está también en intentar llegar a las personas que venden drogas, y que sería una intervención con un mayor impacto en reducción de daños, ya que la confianza en el vendedor todavía se describe como el criterio clave para proteger a los usuarios contra estas sustancias cuando no se dispone de análisis de drogas.
Finalmente, esgrimen las limitaciones del estudio, gran parte fruto de que la recopilación de datos no se hizo pensada para la elaboración de un estudio, sino para la practicidad del servicio, y esto ha dificultado el proceso. También apuntan que los servicios de análisis de drogas deben de ser más accesibles para representar mejor a la sociedad. Para ello son necesarios ciertos cambios en las políticas de drogas, para hacer que estos servicios sean más accesibles en otros entornos. A menudo su localización, horario, ubicación o promoción, atrae a un sector de la población más especifico, y no se recogen datos tan extrapolables a la población general.
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