Efectos reales del alcohol en las personas mayores
Fuente: mundodeportivo.com. MARÍA CASAS.
Estos son los efectos reales del consumo de alcohol las personas mayores
El alcohol es un problema grave que afecta a todos los grupos de edad y que en cualquier etapa de la vida y en cualquier persona.
Según un estudio llevado a cabo en el año 2019 en Estados Unidos, más del
más de 65 años consumen alcohol en la modalidad de atracón, exponen en la American Geriatrics Society.
Desde el Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento (NIA, por sus siglas en inglés) ocasiones “los problemas con el alcohol en las personas mayores se con trastornos relacionados con el envejecimiento”, como puede ser un problema la memoria, por ejemplo.
Estos mismos expertos, recalcan que abusar del alcohol es perjudicial en cualquier etapa de nuestra vida, tengamos la edad que tengamos. Sin embargo, conforme nos hacemos mayores varía la manera en la que el cuerpo maneja el alcohol puede cambiar.
Por tanto, podemos tener los mismos hábitos de alcohol a los 30 años que a los viejos seamos, peor nos afectará y más peligrará nuestra salud y seguridad.
¿Cómo afecta el alcohol a las personas mayores?
Desde el NIA insisten en que “el alcohol puede actuar de manera diferente en las personas mayores que en las personas más jóvenes”.
Estos profesionales de la salud señalan que, en ocasiones, algunas personas pueden sentirse «drogadas o eufóricas», sin aumentar la cantidad de alcohol que bebía unos años de edad.
Lo cierto es que beber incluso una pequeña cantidad de alcohol cuando una persona avanza en años “puede conducir a situaciones peligrosas o incluso mortales”, aseguran. Por tanto, “beber puede afectar el juicio, la coordinación y el tiempo de reacción aumentando el riesgo de caídas, accidentes domésticos y choques automovilísticos. En ese caso, también es importante recalcar que las mujeres mayores son más sensibles que los hombres a los efectos del alcohol.
¿Qué problemas causa el alcohol en adultos mayores?
Por un lado, los adultos mayores que beben y conducen tienen un mayor riesgo de accidentes de tránsito y problemas relacionados con un automóvil que aquellos que no beben. Según exponen desde el NIA, beber hace que los tiempos de reacción y la coordinación sean lentos e interfiere con el movimiento de los ojos y el procesamiento de la información. De este modo, las personas que beben incluso una cantidad moderada pueden tener problemas de tránsito, y causar lesiones o la muerte a ellos mismos y a otras personas.
Por tanto, las personas que planean conducir, usar maquinaria o realizar o requieren atención, habilidad o coordinación no deben beber.
Asimismo, en adultos mayores, beber demasiado alcohol puede provocar
caídas, por lo que puede aumentar el riesgo de fracturas de cadera o brazo. Además, abusar del alcohol puede interferir en las relaciones familiares provocando tensiones. En casos extremos, “beber en exceso puede contribuir a la vida doméstica y al abuso o negligencia infantil”, ya que las personas que beben a tienden a volverse violentas.
En cuanto a la salud, desde el Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento asegura que en las personas de más de 65 años aumenta el riesgo de padecer enfermedades,
cáncer, daños en el hígado, trastornos en el sistema inmunológico y daños de derrame cerebral.
También puede hacer empeorar algunas condiciones de salud como la presión arterial alta, las úlceras, la pérdida de memoria y otros trastornos del estilo. Por ello, si sientes que el alcohol está poniendo en peligro tu vida o la de otra persona alrededor, es importante avisar a un médico para actuar cuanto antes.
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