El futuro de las ventas de cannabis está en los mini brownies
Fuente: www.elmostrador.cl
“Bueno, ya conocen la historia de Maureen Dowd”, suspiró Tim Moxey. “Y simplemente no es una buena historia”.
Cierto, la experiencia de Dowd estuvo lejos de ser la ideal: Comió unos cuantos bocados de una barra de caramelo mezclada con marihuana, luego se hizo un ovillo en la habitación de su hotel en Denver y sufrió una crisis de pánico. Al día siguiente se percató que tenía que dividir la barra en 16 trozos y no comerla toda bocado tras bocado.
Dos años después de que esta historia se viralizara, el incidente aún persigue a los productores de marihuana comestible como Moxey, cofundador de Spot, empresa con sede en Seattle que elabora alimentos canábicos, quien dijo que el percance de la columnista del New York Times fue negativo para todo el sector.
En Spot, Moxey está elaborando productos comestibles que “levantarán” a la gente lo suficiente –pero no tanto– y realizará pruebas en ellos para asegurarse de que la dosis sea la correcta. Solo un 17 por ciento de los alimentos en EE.UU. están etiquetados con el nivel de THC (tetrahidrocannabinol) preciso, según una investigación de junio del 2015 publicada por The Journal of the American Medical Association. Por consiguiente, muchos consumidores de cannabis no tienen idea de la cantidad que están ingiriendo y están sujetos a una multitud de efectos desagradables.
Las galletas y los bocados de brownie de Spot son dosificados con cinco miligramos de THC exactamente, cantidad que deriva en un efecto considerablemente más moderado que el experimentado por Dowd. “No te hará perder el control”, dijo Moxey en cuanto a la cantidad. “Considero que cinco miligramos es el nivel apropiado al que hay que llegar”.
No todo gira en torno al “nivel apropiado”. Spot lanzó la línea de comestibles microdosificados en parte para cumplir con las leyes del estado. Washington es, efectivamente, un estado de microdosis, ya que el límite legal es de 10 miligramos de THC por porción, con un límite de 100 miligramos para un paquete completo. Cada porción debe estar envuelta individualmente, para evitar que los productores de comestibles comercialicen un megabrownie y digan que contiene 10 porciones.
No todos los estados que han legalizado ciertas forma de uso de la marihuana son tan estrictos. En Colorado, el límite es de 100 miligramos por unidad. En California, donde prácticamente no hay un límite, está a la venta un indefinido y aterrador brownie de 700 miligramos. Este brownie contiene más de 35 veces la cantidad de THC necesario para sentirse elevado, pero es poco probable que el comprador consuma solo una trigésimoquinta parte del producto.
Aunque la medida de la microdosis nació de una necesidad legal, Spot considera que estos productos son perfectos para los clientes que prueban cannabis por primera vez, una puerta que abre otra puerta, por así decirlo. “Nadie se va a volver loco con cinco miligramos”, explicó. “Es por eso que estos productos se venden tan rápidamente”.
“Hay muchísima más gente que no consume cannabis que la que lo hace”, dijo Moxey. “Hay que transformarla en una experiencia lo suficientemente agradable para que alguien diga: ‘Oh, quiero otro’”.
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