Informe Mundial sobre las Drogas 2016 (XVII): Alianzas
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 17 está estrechamente ligado a los principios de la cooperación internacional y la responsabilidad compartida consagrados en los tratados de fiscalización de drogas.
junto, la asistencia de los donantes para el desarrollo y la que
estos prestan en los sectores relacionados con las drogas exhiben
tendencias opuestas: la asistencia oficial para el desarrollo
ha aumentado en general, mientras que la destinada a los
sectores relacionados con las drogas ha disminuido considerablemente
desde 2008.
¿De qué modo repercuten en el desarrollo sostenible las medidas de intervención ante el problema de las drogas?
Iniciativas de reducción de la oferta y la demanda de drogas
Las iniciativas para eliminar los cultivos ilícitos pueden repercutir
en la fuente de ingresos y las oportunidades de empleo
de los agricultores y los trabajadores agrícolas. Además, las
investigaciones han demostrado que esas iniciativas favorecen
el desarrollo en las comunidades afectadas únicamente si comprenden
medidas orientadas a garantizar medios de vida alternativos
y restablecer la seguridad y el estado de derecho.
Algunos ejemplos de Colombia y el Perú han demostrado
que los nexos de la población con los grupos armados y el
tráfico de drogas pueden debilitarse mediante programas eficaces
de desarrollo alternativo.
Las intervenciones de las fuerzas del orden se orientan a restablecer
el estado de derecho, piedra angular de la gobernanza
y el desarrollo sostenible, y también pueden influir en la disponibilidad
de drogas en los mercados ilícitos, no solo al
reducir la oferta mediante la interceptación, sino también al
aumentar el riesgo para los traficantes, lo cual eleva el precio
de las drogas en los mercados de consumo. Sin embargo, las
actividades de represión también pueden generar violencia,
en particular si afectan a la estructura interna y externa de los
mercados ilegales. Las investigaciones indican que centrar las
actividades de represión y vigilancia tanto en los protagonistas
como en los eslabones más lucrativos y violentos de la cadena
del tráfico de drogas puede resultar especialmente eficaz para
reducir la violencia. Por otra parte, las estrategias orientadas
a desarticular rápidamente las organizaciones de tráfico de
drogas y reducir la violencia a corto plazo generan en ocasiones
más violencia.
Si se basan en datos científicos, las medidas de prevención,
intervención temprana, tratamiento, atención, recuperación,
rehabilitación e integración social, así como el conjunto de
medidas continuas de atención para las personas que consumen
drogas, reducen el consumo de drogas y con ello su
repercusión en la salud pública, que es uno de los aspectos
más importantes del bienestar de la sociedad. Se ha demostrado
también que algunas de las medidas señaladas inhiben
otros comportamientos de riesgo, como la agresividad y el
ausentismo escolar. Sus beneficios favorecen tanto a los propios
consumidores de drogas como a la sociedad en general,
y han resultado eficaces para prevenir, por ejemplo, el VIH
y la hepatitis viral.
Las intervenciones para reducir la demanda de drogas son
eficaces si se basan en medidas de eficacia demostrada, como
las orientadas a minimizar las consecuencias adversas del uso
indebido de drogas en los ámbitos social y de la salud pública,
entre las que figuran programas adecuados de distribución
de agujas y jeringuillas, la terapia de sustitución de opiáceos,
la terapia antirretroviral y otras intervenciones pertinentes
destinadas a prevenir la transmisión del VIH, la hepatitis viral
y otras enfermedades de transmisión sanguínea relacionadas
con el consumo de drogas. En cambio, el internamiento
obligatorio en centros de tratamiento del abuso de drogas
con frecuencia dificulta la ya problemática vida de las personas
que consumen drogas y las que sufren drogodependencia,
en particular las más jóvenes y vulnerables.
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