Informe Mundial sobre las Drogas 2016 (XX): Impacto del desarrollo en el problema mundial de las drogas
La globalización también puede repercutir en el tráfico de drogas
El desarrollo puede reducir la vulnerabilidad de los agricultores
a los factores que los inducen a dedicarse al cultivo y la
producción ilícitos, así como reducir sosteniblemente el cultivo
para la producción de drogas. Sin embargo, si en las
intervenciones orientadas al desarrollo no se tiene en cuenta
el grado en que la comunidad se ve expuesta a determinados
problemas relacionados con las drogas, esas intervenciones
pueden generar inadvertidamente una dinámica que aumenta
el cultivo ilícito, como demuestra el caso de los grandes programas
de desarrollo ejecutados a comienzos de las décadas
de 1960 y 1970 en la región andina.
Las iniciativas que facilitan el comercio y reducen las barreras
comerciales se utilizan para impulsar el desarrollo económico,
pero la globalización también puede repercutir en el tráfico
de drogas. Al promover la expansión del comercio y las redes
de transporte mundiales, la apertura comercial puede a su vez
facilitar la cooperación y la formación de alianzas entre organizaciones
delictivas de distintos países, así como, en algunos
casos, dificultar la labor de las fuerzas del orden para vigilar
el comercio internacional.
El consumo de determinadas drogas como la cocaína y las
sustancias sintéticas está actualmente más extendido geográficamente
que en el pasado, mientras que Europa, América
del Norte y Oceanía se ven cada vez más afectadas por el
consumo de NSP. Al mismo tiempo, se está produciendo un
rápido crecimiento económico en extensas zonas del mundo
en que algunas drogas todavía son prácticamente desconocidas.
Por consiguiente, es fundamental tener presentes las posibles
y complejas repercusiones del desarrollo en el consumo
de drogas, y en ese sentido puede ser esclarecedora la experiencia
de los países desarrollados.
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