La prevalencia de la naloxona en propiedad y en transporte
Fuente: sciencedirect.com
Las muertes relacionadas con las drogas están aumentando, especialmente en el Reino Unido, los EE.UU, partes de África y el sudeste asiático. El 66% de las aproximadamente 167.000 muertes relacionadas con consumos de drogas en todo el mundo se debieron a opioides. La naloxona es un antagonista opioide que ha sido defendido como un método para abordar la crisis de salud pública que suponen las muertes por sobredosis de opioides. Por ello evaluar la prevalencia entre las personas que usan estas drogas, es de vital importancia.
En un estudio publicado en la revista Drug Policy de Science Direct, los investigadores, Gillian Burton, Andrew McAuley, Joe Schofieldd, Alan Yeung, Catriona Matheson y Tessa Parkes, analizan la prevalencia de la propiedad y el transporte de naloxona entre las personas que consumen drogas, a partir del análisis de datos de diversos estudios.
Las investigadoras definen como «propiedad» aquella naloxona que se encuentra en casa u otro lugar de fácil acceso para la persona que usa opioides, y «transporte» como la naloxona que pueden llevar frecuentemente encima.
Para este estudio se analizaron 4469 artículos publicados entre 1996 y 2020, en los que aparecieron datos de «posesión» o «transporte» aunque frecuentemente no aparecían de la misma forma y hubo que hablar con investigadores y agrupar conceptos para poder comparar resultados. Los investigadores señalan esta dificultad, como el principal factor que produce sesgo en la investigación.
Aun así, las investigadoras concluyen que aunque la prevalencia de la «posesión» es moderada, porque esta ligeramente por encima del 50% porciento sigue siendo un resultado por debajo del deseable. En el caso del «transporte» los datos son más preocupantes, solo entre el 20% y el 28% de las personas que usan opioides llevan naloxona en cima frecuentemente.
Por todo ello las investigadoras hacen dos llamamientos. El primero la necesidad de que los estudios sigan unos criterios más estandarizados a la hora de recoger datos, y proponen los ítems «propiedad» y «transporte» para ello. El segundo la necesidad de hacer más hincapié desde las políticas de drogas y desde los centros que trabajan con personas que usan opioides sobre la importancia de la naloxona, sobre todo concienciar sobre llevarla encima (en transporte). Además añaden que «el acceso a naloxona puede y debe ampliarse para incluir servicios aún sin explotar que se sabe que son muy utilizados por las personas que usan drogas, incluidos los servicios de médicos de cabecera o médicos de familia, atención médica aguda y general y servicios de urgencias, ninguno de los cuales se ha optimizado hasta ahora. Los servicios externos a la prestación de asistencia sanitaria formal también deberían estar a la vanguardia de la prestación de naloxona, como la vivienda y los servicios de asistencia social»
Por último concluyen advirtiendo que dado el número limitado de estudios disponibles fuera de los EE. UU. Y el Reino Unido, existe la preocupación de que los hallazgos agrupados aquí no puedan generalizarse a otros países.
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