La reducción de daños se consolida como método para abordar el tabaquismo
Fuente: elperiodicoextremadura.com
Fernando Fernández Bueno, cirujano oncológico del Hospital Gómez Ulla y miembro de la Plataforma por la Reducción del Daño por Tabaquismo, defiende en Atenas el uso de alternativas al consumo tradicional como el vapeo o los dispositivos que calientan el tabaco
La estrategia de reducción del daño y con el control de especialistas se perfila como una forma
adecuada de abordar el grave problema del tabaquismo en la actualidad. Esta es una de las
conclusiones que puede extraerse de la quinta Cumbre Científica sobre Reducción de Daños del
Tabaco que ayer finalizó en Atenas (Grecia) en el Centro Cultural de la Fundación Sytavros Niarchos.
La cumbre científica ha sido organizada por la Asociación Internacional del Tabaquismo y la
Reducción de Daños (SCOHRE) y en ella ha intervenido el experto y cirujano español Fernando
Fernández Bueno.
Con 9 millones de fumadores, España no ha experimentado un descenso de esta cifra desde que
empezó a aplicar la Ley de Prevención Contra el Tabaco. La propia Organización Mundial de la Salud
estima que en 2025 la cifra de fumadores será similar a la actual. El tabaco en muchos países, como
el nuestro, cuenta con una regulación muy estricta aunque eso no se está traduciendo en un
descenso del número de fumadores, La sensación es que las políticas de cesación y prevención han
llegado a su tope. La reducción del daño que producen los cigarrillos se contempla como un sistema
innovador que ya está dando resultados en algunos países a la hora de descender el impacto en la
salud de los fumadores.
El modelo de reducción del daño es análogo al que ha implementado la industria automovilística: no
se puede prohibir conducir, pero sí fomentar el uso del cinturón de seguridad. Y esa parece que es la
tendencia actual.
En la población está extendida la creencia que lo malo del tabaco es la nicotina, pero no es esta
sustancia la que mata sino las sustancias químicas que se producen cuando se enciende un
cigarrillo. Por eso, el programa científico de la cumbre ha incluido conferencias, presentaciones
orales y en formato póster electrónico, abordando temas como la toxicología y química de aerosoles,
evaluación de biomarcadores en estudios con animales o humanos, evaluación preclínica,
epidemiología y cuestiones sociales, evaluación clínica y reducción de daños, salud pública,
cuestiones legales y reglamentarias, bioética, innovación y productos novedosos, abandono del
hábito de fumar y cuestiones educativas en la adolescencia.
Experto español
El experto español Fernando Fernández Bueno, cirujano oncológico del Hospital Gómez Ulla y
miembro de la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo, intervino ayer en la segunda
mesa redonda del encuentro científico, moderada por Lina Nikolopoulou, directora de SCORE. Junto a
él debatieron científicos de la talla de Ignatios Ikonomidis, Alexandro Lucian; Amaliya &MuhammadIlham Karim; Fares Mili& Uta Ouali; Emil Toldy-Schedel; Charles Gardner; Tom Gleeson y Solomon T.
Rataemene, entre otros.
Fernández Bueno explicó que el uso de un producto de vapeo de nicotina sigue siendo la ayuda más
popular utilizada cuando se intenta dejar de fumar. “Existe una fuerte evidencia de que estos
productos son efectivos para dejar y reducir el hábito de fumar. Sin embargo, también existe un
temor creciente de que las políticas de reducción de daños del tabaco fomenten la adopción del
vapeo y, por lo tanto, la adicción a la nicotina por parte de los jóvenes” .
Una oportunidad de oro
El representante español cree que las autoridades están desperdiciando una oportunidad de oro para
colocar nuestro país en la vanguardia de la lucha contra el tabaco. “Nuestro país sigue profundizando
en políticas arraigadas en el pasado y no están permitiendo que España crezca en este sentido”, dijo.
Recordó que el porcentaje en España de fumadores es similar al que existía antes de la primera ley
antitabaco. Por eso el experto apuesta por la prevención o reducción de daños. Es decir una ‘tercera
vía’ para abordar el problema.
El Reino Unido es un ejemplo al respecto del uso de esta ‘tercera vía’. En los últimos años viene
implementando con notable éxito políticas de reducción de daños basadas en el rigor y evidencias
científicas que han permitido reducir sustancialmente el número de fumadores. Fernández Bueno
insistió en que el principal reto mundial es la intervención educativa para prevenir el tabaquismo.
“Hay que concienciar a los políticos sobre nuevas políticas y sobre el tabaco y la educación”, afirmó
el científico español.
A su juicio los dispositivos de liberación de nicotina o de reducción de daños, bien utilizados o con un
buen asesoramiento médico, consiguen tasas de deshabituación tabáquica de hasta el doble
respecto a métodos tradicionales.
Estos dos métodos son el cigarrillo electrónico (un sistema electrónico que calienta un líquido con
sustancias como propilenglicol, glicerina, nicotina, saborizantes y otros aditivos) y los dispositivos
que calientan tabaco . Estos lo hacen a temperaturas muy inferiores a las del cigarrillo tradicional. No
hay combustión y el aerosol que se libera tiene menos sustancias tóxicas si se compara con el
cigarrillo tradicional. Ya que hay mucha gente que no va a dejar de fumar, al menos que el daño que
produzca sea el menor posible. Con un control médico de estos dispositivos salir del hábito del
tabaco es más factible.
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