«LAS APUESTAS SON LA HEROÍNA DEL SIGLO XXI»
Fuente: www.xataka.com
«Las apuestas son la heroína del siglo XXI»: así es como las apuestas online han conquistado España
- La Real Sociedad, único club de la Liga sin una casa de apuestas como patrocinador, consultó a sus socios de forma no vinculante si debía aceptar este tipo de patrocinios: arrasó el «no».
- Gasto en marketing, margen neto de juego online, número de jugadores… Todos los indicadores del juego están al alza.
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«El perfil del ludópata ha pasado del cincuentón de las tragaperras a veinteañeros con las apuestas».
- «Cada vez vienen más menores de edad a los que ni siquiera podemos atender por motivos legales».
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«A los 17 años ya había gastado 70.000 euros; a los 22 quizás medio millón».
- «Esperaba una reacción horrible de mi familia cuando les conté el problema, pero aunque se preocuparon mucho, su respuesta fue decirme ‘no te preocupes, vamos a ayudarte'».
- Las medidas propuestas por el nuevo Ministerio de Consumo son mucho más suaves de las que se planteaban en su campaña electoral.
- Es un sábado como cualquier otro. A la hora del atardecer, un grupo de seis adolescentes se concentra en la puerta de una casa de apuestas. Hacen cábalas, comentan el estado de los futbolistas que están a punto de empezar el partido. Uno está en racha marcando goles en los tres últimos partidos, el capitán llega in extremis de una lesión. El portero titular está sancionado y el equipo visitante apenas golea fuera de casa. Todo cuenta a la hora de apostar.Los chavales se ufanan de sus últimas apuestas. “Metí diez pavos a que Jaime Mata marcaba y la cuota era de 2”. “Yo estuve a punto de marcar el 0-3 tío, la cuota eran 26 pavos y al final puse 1-2”. A su lado no dejan de entrar otras personas por la puerta, adolescentes y mayores. Algunos salen con el resguardo de una apuesta. Otros se quedan a ver el partido. Esta escena no existía en España hace una década, pero se ha integrado en el paisaje en muy poco tiempo.
Que el fútbol sea el telón de fondo habitual en el mundo de las apuestas online no es casual y obedece a un camino que lleva en marcha tres lustros. En 2004, el Betis se convirtió en el primer equipo de la Primera División española de fútbol en llevar en su camiseta a una casa de apuestas como patrocinadora, Globet. Algo que no suscitó ningún tipo de polémica ni debate entre la masa social del club, según nos cuenta el periodista deportivo Pepe Elías, encargado de cubrir al equipo bético en Mundo Deportivo.
Desde aquello, cada vez más clubes de fútbol fueron apuntándose a estos patrocinios en su zamarra, y todas las temporadas salvo la 13/14 y la 14/15 han tenido al menos a un club con uno de estos operadores en sus equipaciones.
Más allá de las equipaciones, también se ha popularizado el patrocinio de estas casas de apuestas y casinos online a los equipos de fútbol sin necesidad de llevar su logo en la camiseta, “únicamente” en algunas zonas del estadio, la página web, la aplicación oficial del club y otros emplazamientos con fines promocionales.
En la última temporada completa, la 18/19, este tipo de patrocinio se dio en diecinueve de los veinte clubes de la Liga Santander. Un 95%. El único que se salió de esta nueva norma fue la Real Sociedad, que si bien nunca ha tenido en su equipación un patrocinio de este tipo, sí lo tuvo a nivel de club: Kirolbet, un operador de juego vasco que actualmente sigue patrocinando a otros clubes deportivos.
La Real Sociedad también dio un paso inédito en este sentido: en diciembre de 2018 convocó a sus socios a una consulta en la que votaban sobre si el club debía o no aceptar futuros patrocinios por parte de este tipo de empresas. El “no” arrasó con el 85% de los votos, sin embargo desde el departamento de comunicación del club donostiarra se nos comentó que era una propuesta “que todavía estaban valorando internamente”. Es decir, que no era vinculante. A fecha de febrero de 2020, en la lista de patrocinadores del club donostiarra sigue sin figurar ninguna empresa relacionada directamente con el juego, aunque en noviembre de 2019 firmó un patrocinio con GoodBall, una empresa que si bien no opera como casa de apuestas, sí provee de cierta información sobre cuotas. Poco después de la firma, esta plataforma de información deportiva negó tener relación con el mundo de las apuestas.
Distintos peñistas del club, así como portavoces de colectivo de peñas, han declinado nuestra solicitud de participar en este reportaje, en algún caso argumentando que la directiva aún se encuentra dividida ante esta situación y prefieren “no dar un paso en falso”.
Sin grabadora ni cámara delante, y bajo la condición de que no se hagan públicos sus nombres, algunos de estos peñistas admiten haber votado la opción ganadora y esperan que el club actúe en consonancia.
“No queremos que el juego se siga normalizando, hemos llegado a unos niveles donde el juego se vive con mucha agresividad para captar nuevos jugadores, donde los chavales muy jóvenes lo ven como una forma de pasárselo bien y ganar dinero, y eso termina en ludopatía”, explica uno de ellos con un discurso altamente similar al del resto.
¿Normalizan el juego los patrocinios de estrellas del deporte? Bayta Díaz, psicóloga experta en ludopatía con quince años de experiencia en la fundación APAL, considera que sí:
«La publicidad funciona para normalizar, para que algo se haga universal… Es el objetivo. Si además usan figuras de referencia que son héroes para los chavales, como jugadores de fútbol o tenis, o referencias sociales, como actores o personajes del corazón, que también son referencia para otro tipo de población…
Es como cuando un actor publicita una colonia, se pretende trasladar su aura de éxito a quien la compre. Con el juego es igual, solo que la colonia no es adictiva, el juego sí. Es un producto que engancha y acaba generando problemas, y así lo estamos viendo, hay un aumento de casos [de ludopatía] brutal».
Es algo similar a la que opina el publicista Chiqui Palomares: «La publicidad también forma parte de la sociedad y es un medio que conforma su opinión. Si en los anuncios de coches dices que la velocidad es buena, la gente tiende a verlo como algo positivo», algo que también puede acabar sucediendo con los operadores de juego.
Chiqui no cree que la sociedad tenga una percepción negativa de este tipo de negocio. «Estamos en un mundo en el que no hay mala imagen de las casas de apuestas, más allá de casos concretos, de algún anuncio que es más agresivo y estridente. En general se considera que es un juego inocente en el que lo puedes pasar bien, y la publicidad habla de eso».
Objetivo: jóvenes
Precisamente son los más jóvenes los que más crecen en las estadísticas de jugadores anuales. Y lo hacen, sobre todo, en el campo de las apuestas deportivas, el sector que más ha capitalizado el crecimiento del juego en los últimos años junto a los casinos, offline u online.
Bingo y póker, por contra, han bajado su relevancia dentro del juego. El póker, tras el boom de principios de década. El bingo, como tendencia enquistada desde que estalló la crisis. En total, casi un millón y medio de jugadores, según los registros de la Dirección General de Ordenación del Juego, en un país de cuarenta y seis millones.
Este auge de las apuestas deportivas tiene mucho que ver con las apuestas online, un negocio que nunca cierra, para el que no hace falta salir de casa -ni tan siquiera cambiar de planes, puesto que está en nuestro teléfono- y para el que no hay tabúes: si jugar en un espacio público pudiese llegar a ser algo que avergonzase, con las apps de las casas de apuestas nadie tiene que hacer frente a ese rubor. No obstante, también tiene que ver mucho con su opuesto: las casas de apuestas físicas.
Aunque dependen de legislaciones autónomicas, algunos casos son muy similares. Madrileños y valencianos, por dar dos ejemplos, vieron cómo los casinos tenían que ubicarse a un número determinado de kilómetros de los centros urbanos cuando el juego volvió a regularse en los años ochenta, con el casino de Torrelodones y el de Monte Picayo (en Puçol) respectivamente.
Hoy, esos centros urbanos, como los de toda España, están poblados por salones de juego donde se juntan ruletas, máquinas de premio (A.K.A. “tragaperras”) y quioscos electrónicos para las apuestas deportivas.Se benefician de las reformas legales que han ido haciendo más concesiones a la industria del juego y que han derivado en una estampa que se repite por todo el territorio nacional: casas de apuestas y pequeños casinos electrónicos conquistando bajos comerciales. Unas reformas que nos explica Joaquín Muñoz, abogado de Ontier especializado en nuevas tecnologías:
«Hasta la irrupción del juego por Internet las competencias eran autonómicas, solo se permitía el juego de forma presencial en locales habilitados. Depende de la autonomía, pero algunas exigencias eran sobre que debían ser centros cuya actividad no se viera desde la calle, o que estuvieran a una distancia mínima de los centros poblacionales… Por eso los casinos estaban en las afueras de pueblos cercanos a grandes ciudades».
Las sucesivas modificaciones legales por parte de distintas autonomías permitieron ir abriendo nuevos salones de juego en el centro de las ciudades, algo que ha cambiado el panorama de los barrios y que también tiene implicaciones en la facilidad de acceso al juego, que ya se encuentra a pie de calle.
La primera casa de apuestas física en España fue abierta en Madrid, en el año 2008. Fue ‘Victoria’, propiedad de la británica William Hill y la española Codere, especializada hasta entonces en las máquinas de premio. Se ubicó junto al bingo Canoe, en el centro de la capital española. Fue el preludio de todo lo que ha ido llegando en la década posterior que llega hasta hoy.
“Aquello fue muy divertido”, dice Ángel Calderón, Director de Operaciones en Europa de Codere, uno de los principales operadores de juego. “Nos preguntábamos si la gente que normalmente jugaba a la quiniela entraría a nuestro local a apostar. El sector de las apuestas aquí era muy nuevo, nadie sabíamos realmente cómo funcionaba aquello. La primera apuesta que hizo alguien allí fue para la final de Copa del Rey Valencia-Getafe. A partir de ahí la evolución ha sido sobre todo hacia cada vez más tipos de apuestas distintas, porque al principio era al ganador o al empate y poco más. Y ya no solo apuestas pre-partido, sino durante el partido”.
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