«Las medidas de interdicción basadas en el encarcelamiento no son las más adecuadas».
Fuente: www.lasdrogas.info. Mireia Pascual.
Entrevista a Laura Guirao, técnica de proyecto en COPOLAD: “Las medidas de interdicción basadas en el encarcelamiento no son las más adecuadas. Queremos acompañar en la realización de programas de inclusión social y económica”.
Laura Guirao es técnica de proyecto del programa COPOLAD en su tercera edición. COPOLAD es un programa de cooperación financiado por la Unión Europea que pretende establecer lazos entre América Latina, el Caribe y la UE. Su objetivo principal es mejorar los resultados en materia de drogas desde la defensa de los derechos humanos, la igualdad de género, salud pública, seguridad ciudadana y desarrollo sostenible.
Pregunta: ¿Cuáles son los planes prioritarios de COPOLAD III para este 2023?
Respuesta: Tenemos dos tipos de planes. Uno es a nivel estratégico-político y otro más técnico. A nivel estratégico, el plan sería seguir fortaleciendo el diálogo político y técnico entre ambas regiones de América Latina y el Caribe, sobre todo lo relacionado con las drogas, y hablar de la mejor manera de afrontarlo. Han salido muchos informes de organismos internacionales en donde están mostrando que la situación de drogas ilícitas en América Latina y el Caribe es complejo y cambiante. Un ejemplo: La producción, el tráfico y el consumo problemático de drogas están presentando una tendencia preocupante al alza. Por un lado, están aumentando los cultivos y las incautaciones, por lo que obviamente hay más drogas. También se está observando un aumento de la pureza, precios más bajos y también nuevas sustancias psicoactivas.
P: Desde el crimen organizado…
R: Sí, está la económica de las drogas ilícitas y este vínculo con el crimen organizado, están tocando aspectos fundamentales de la gobernanza democrática de la región y el bienestar de muchas comunidades. Claramente, las medidas de interdicción nunca van a ser suficientes, porque siempre hay detrás intereses económicos. No obstante, desde COPOLAD pensamos que las intervenciones de política pública que se basan solo en la interceptación de drogas y en arrestos y enjuiciamiento, van a tener sus limitaciones si no van acompañadas de una estrategia un poco más integral, en la que haya una combinación de inteligencia sólida, de reformas públicas, de seguridad ciudadana, protección social, etc. Y claramente, las estructuras criminales están sobreviviendo a las operaciones de interdicción y sus ganancias no se están viendo directamente afectadas. Lo que queremos en COPOLAD es fortalecer esas estrategias para impactar las finanzas de las organizaciones criminales para que no tengan tanta influencia a nivel económico político y social.
Sabemos que la interceptación de intervenciones antidrogas ha tenido efectos negativos: problemas de acceso a la justicia, a la salud, derechos humanos y libertades. Es necesario seguir fortaleciendo esa cooperación entre Unión Europea, Caribe y América Latina y COPOLAD puede aprovechar ese vínculo que tiene con el mecanismo de la UE en materia de drogas para asegurar que los compromisos políticos regionales a los que se llegan, se plasman de manera técnica en el programa. Pensamos que 2023 puede ser un año de grandes oportunidades.
P: ¿Por qué?
R: El mecanismo de la UECLAC ha puesto sobre la mesa dos temas: lavado de activos y narcotráfico y dinámicas de narcotráfico y estrategias preventivas. Queremos acompañar durante todo el año en este diálogo político y vamos a generar varios espacios de dialogo, aprovechando que tenemos varios talleres. Esto acabará en una declaración en una reunión de alto nivel que se va a celebrar lo más seguro en el mes de agosto en España.
Los diálogos políticos los vamos a empezar en la República Dominicana en el mes de marzo con un taller sobre lavado de activos y narcotráfico. Van a ser dos días y vamos a aprovechar una jornada para tener una discusión un poco más ejecutiva de poder poner sobre la mesa conclusiones y propuestas para mejorar la efectividad de los sistemas de prevención y lucha contra el lavado y los sistemas de recuperación de activos en las dos regiones.
El segundo tema que es sobre microtráfico también lo vamos a abordar en un taller en Brasil en el mes de abril y está enfocado al tema de la demanda, vulnerabilidades, etc. Con el objetivo también de generar conclusiones y recomendaciones de cómo se puede mejorar esa efectividad de las respuestas del fenómeno del narcotráfico y que estas comunidades no tengan que depender tanto de esta economía ilícita.
Y veremos si tenemos posibilidad de realizar un tercer diálogo, que sería en Bélgica y es un poco más amplio sobre derechos humanos y desarrollo sostenible. La idea es plantear cómo generar políticas de drogas que sean más efectivas y humanas en ambas regiones.
P: También ha habido cambios de gobierno…
R: Sí, efectivamente, en algunos países. Creemos que puede ser un año de grandes oportunidades teniendo en cuenta que hay cambios de gobierno en América Latina. Donde vemos, por ejemplo, el presidente de Colombia, Ignacio Petro, en su discurso en la Asamblea General dijo que la guerra contra el narcotráfico ha fracasado y por lo tanto es hora de tomar otro tipo de medidas.
P: Comentaba que hay una mayor producción, tráfico, incautaciones, etc. Hay más droga, ¿afecta eso a Europa?
R: Claramente. El informe que ha sacado este año el Observatorio Europeo de Drogas y su presidente Alexis Goosdel lo dicen: “las drogas están en todas partes y en todo el mundo”. Es decir, es algo que nos afecta a todos. Y aunque este proyecto sea de Europa con América Latina, es a escala global.
P: ¿Cuáles son las políticas de drogas que hay actualmente en América Latina? ¿Se ven cambios sustanciales en esta materia con el cambio de gobernantes en algunos países como Colombia o Brasil?
R: Bueno, son gobiernos que acaban de llegar, por lo que obviamente, primero está el discurso, luego está la práctica y luego está lo que pueden hacer. Queremos ayudarles a entender que las medidas de interdicción basadas en el encarcelamiento no son las más adecuadas, y ofrecerles programas de inclusión social y económica. Aquí lo importante es poner sobre la mesa la evidencia científica, las políticas deben ser efectivas, y siempre deben primar a las personas. En ese sentido consideramos que la atención terapéutica debería ir siempre acompañada por una inclusión social y económica para completar ese ciclo de recuperación.
Y también el interés que tienen muchos países de abordar la problemática de las drogas en los territorios, no solo a nivel estatal sino también a nivel territorial y comunitario en zonas más vulnerables. Donde sabemos que a veces falta esa presencia de gobiernos y autoridades. Es necesario, de alguna manera, estar presente.
P: ¿Hacia dónde se dirigían esas políticas de drogas en el pasado y cuál es el futuro? ¿Qué papel pinta en todo esto COPOLAD?
R: COPOLAD es una plataforma que lo que hace es poner actores en la mesa. Nosotros queremos contribuir y acompañar a los países a poner sobre la mesa cuestiones que ayuden a hacer políticas que sean más humanas y dirigidas al desarrollo sostenible. Un ejemplo de algo concreto que vamos a hacer es que vamos a trabajar en la generación de una guía y metodología para evaluar el impacto de las políticas de drogas sobre las distintas dimensiones de desarrollo sostenible. Esto no se debería de aplicar solo a las políticas públicas de drogas sino a las políticas públicas en general. Esto va a permitir implementarse en cuatro países piloto que van a ser: Chile, Costa Rica, Argentina y Jamaica.
P: ¿Cuáles son las diferencias principales entre las políticas de drogas de Latinoamérica y la española o europea?
R: Sobre todo, es la idea del encarcelamiento de los marcos penales. Utilizar la justicia para un tema así quizás no debería de recaer tanto en este ámbito. Las estadísticas nos muestran que América Latina es la región donde hay más mujeres encarceladas por consumo de drogas o microtráfico y esto afecta a las mujeres y a sus familias. COPOLAD va apostar por trabajar con gobiernos donde haya esa voluntad política, donde haya recursos y ayudar a generar reformas a estos marcos penales y cambios a la proporcionalidad de los delitos relacionados con el tema de drogas. Una de las apuestas de COPOLAD es la innovación, es un tema trasversal y consideramos que muchas de las políticas no han funcionado y es hora de innovar y generar cambios que de verdad tengan un impacto sostenible a futuro.
P. Algunos de los países latinoamericanos son grandes productores y exportadores, esto afecta a muchos niveles de derechos humanos, salud pública, etc. Pero también en cuanto a medio ambiente. ¿Cómo afectan los cultivos a la población residente y al propio país?
R: El tema medioambiental es un tema trasversal que tratamos en COPOLAD. Por ejemplo, tenemos un componente de desarrollo alternativo integral y sostenibles y de alguna manera queremos acompañar a poblaciones para transiciones a otro tipo de cultivo que les permita tener una vida con menos miedo. El tema medioambiental sí está encima de la mesa. De hecho, Perú y Brasil están apelando a un pacto social y medioambiental en este tema. Es cierto que ahora en Perú está todo un poco inestables, pero es algo que se ha estado trabajando mucho.
P: Los campos de cultivo de cocaína, por ejemplo, repercute económicamente en la población, ¿Por qué otro tipo de cultivo podría cambiarse?
R: El cultivo de café podría ser una alternativa. Lo que hay que ver es el valor añadido que puede tener la transición de un cultivo a otro para las poblaciones. Hablamos de productos que dependen del mercado, de la inflación, etc. Pero es cierto que, si con ese cambio le pueden proponer seguridad a la población, eso es un valor añadido muy importante.
P: ¿Cómo de entremezclada está la corrupción en los gobiernos? ¿Cómo se puede revertir esta situación y encaminarse hacia una gobernanza democrática real?
R: Efectivamente has tocado un tema que todos sabemos. Aquí en lo que estamos trabajando desde COPOLAD es que hay que afectar las finanzas del crimen organizado porque las operaciones de interdicción no sirven si no se tocan primero este tipo de finanzas. Hay que fortalecer a los equipos policiales, judiciales, a los sistemas de finanzas, etc. Para perseguir realmente el lavado de activos, que es lo que permite que estas organizaciones criminales sigan flotando. Es una realidad que no solo está en América Latina, aquí también tenemos paraísos fiscales que lavan dinero. No es un debate que hay que tener solo respecto a países de América Latina sino también en esta región.
Es necesaria esa trasparencia y perseguir realmente el dinero que las organizaciones criminales vuelven a poner dentro del mercado de una manera lícita. De hecho, hemos firmado un memorándum de entendimiento con el Grupo de Acción Financiera de América Latina y una de las actividades es elaborar un documento de buenas prácticas para aplicar medidas de prevención de lavado de activos a nivel regional. Por otro lado, incentivar la plataforma que tienen de red de recuperación de activos, que permite intercambiar información entre los distintos países sobre bienes que provienen del crimen organizado y cómo utilizarlo con fines sociales.
P: ¿En qué espacios se encuentran mayores problemas, en el urbano o el rural?
R: En ambos espacios, tanto en espacio rural como urbano. Cuando no hay oportunidades económicas, es cuando las personas tienen más probabilidades de que finalmente opten por la economía ilícita porque es supervivencia. COPOLAD quiere enfocarse en zonas vulnerables, en territorios, en comunidades, donde hay esa falta de instituciones públicas porque no llegan y es donde esas organizaciones criminales se aprovechan.
P: ¿Cómo se llega a las personas vulnerables?
R: COPOLAD tiene sus limitaciones. Lo importante es que en nuestra propuesta tenemos varias líneas de trabajo y una fundamental es mejorar la atención y la calidad de los servicios de atención, especialmente entre las mujeres. Sabemos que no tienen fácil acceso a estos servicios, muchas veces por la estigmatización. Vamos a acompañar a los países donde haya voluntad política y recursos para generar este tipo de programas y servicios para atender a este tipo de población. Con los recursos que tenemos podremos al finalizar el programa, dejar modelos que pueden ser replicables en otros países, también en Europa. Esto es un programa birregional y no solo es Europa el que exporta conocimientos. Muchas veces lo que se quiere exportar a América Latina no sirve en esos contextos y a veces hay que adaptar.
P: Una de las características de Latinoamérica es la dificultad de llegar a algunos territorios, ¿Cuál puede ser la solución?
R: No vamos a cambiar el sistema en general, pero sí vamos a intentar en algunos países donde sí existe esta problemática, acompañarlos a las instituciones para poner solución a falta de accesibilidad a territorios. COPOLAD no va a cambiar el mundo, pero va a aportar su grano de arena. Es un programa integral, no solo de justicia o política, sino de demanda, de derechos humanos, de desarrollo sostenible, etc.
P: ¿Cuáles son los retos para COPOLAD?
R: Muchísimos. Uno de los retos que hay es que es un programa que implica a varias regiones, y nos está costando involucrar a los países caribeños en este diálogo. Otro de los retos, es que positivamente está habiendo cambios de gobiernos hacia mirada más derechos humanos, desarrollo sostenible, etc. y esto es positivo. El nuevo reto es aprovechar la coyuntura antes de que haya reversión.
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