LSD: EL ALUCINÓGENO QUE DAÑA LA MENTE Y EL CUERPO
“Un agujero negro que me envolvía hasta tragarme”, es como Ricardo narra parte de su experiencia con el consumo de LSD.
Fuente: www.eldiario.com.ec
El LSD (dietilamida del ácido dlisérgico) es una droga alucinógena derivada del ácido lisérgico.
Este joven de 15 años de edad se dejó llevar por la curiosidad y lo que realmente vivió fue un infierno. Señala que quien lo tentó a este mundo irreal le prometió que sus problemas acabarían, pero lo que realmente pasó fue que aumentaron.
De laboratorio. Andrea López, experta en drogas de la Policía Antinarcóticos de Manabí, explica que hay tres grandes grupos de drogas: las naturales, las semisintéticas (mezcla con las naturales) y las sintéticas, que son puramente químicas hechas en laboratorios; el LSD está en este grupo.
Esta sustancia se produce en forma de cristales en laboratorios ilegales, en países como Estados Unidos. Esos cristales se convierten en líquido para distribuirlos. Es inodoro, incoloro y tiene un ligero sabor amargo.
López señala que para el consumo lo que hacen es ponerla en papel de colores que desprenden fácilmente. El papel absorbe el líquido y luego se seca. Entra al organismo al tener contacto con la parte húmeda del cuerpo como ojos o lengua.
Se trata de una sustancia que daña el sistema nervioso y que su efecto dura entre dos a tres horas.
Andrea López, quien es capacitadora en prevención de drogas, manifestó que pasado el efecto, las víctimas experimentan el conocido “bajón”. Se trata de un nivel de depresión tan fuerte que los consumidores llegan a atentar contra su vida. “Sienten una depresión extrema, el daño que les causan tanto físico como psicológico es muy grave”, comentó.
Agregó que el LSD crea una dependencia muy fuerte, ya que al momento de perder el efecto este tipo de sustancia el cuerpo sufre un colapso y lo que hace es solicitar o exigir que se tome más de esta sustancia. Esta droga afecta principalmente las neuronas, el sistema nervioso central. Al ser alucinógena los drogadictos ven imágenes, oyen sonidos y sienten sensaciones que parecen muy reales, pero que no existen.
El consumidor cambia bruscamente de estados de ánimo.
La experta en drogas indica que esta sustancia circula principalmente en fiestas, pues es altamente eufórica.
El poder letal del LSD dependiendo de la persona, de las dosis del consumo, entre otros factores, pueden prolongarse hasta los nueve años, señaló López. “La gente se decae porque empieza a sentir que el efecto de este tipo de droga se pierde y comienzan a buscar a intentar con nuevas sustancias y eso es lo que les acelera o resta el tiempo de vida”, dijo la experta.
Camuflada. Entre los consumidores también se conoce a esta droga como “ácido”.
Los vendedores explican que traficarla es más fácil, puesto que al tener formas, dibujitos o caricaturas impregnados en un pliego, su traslado y venta puede hacerse sin levantar mayores sospechas.
“Por ejemplo se puede llevar en un cuaderno y viajar tranquilamente en bus”, relató una fuente.
Al venderse se divide en pequeñas partes y como trae atractivos diseños, parece inofensiva, cuando en realidad es una potente droga psicodélica que altera la mente de la persona, advierten los especialistas.
También se la suele camuflar en pequeñas tabletas (micropuntos), cápsulas o cuadros de gelatina (cristal de ventana) que constituyen una potente dosis.
En el caso de “Ricardo” recuerda que sentía que monstruos lo perseguían, también escuchaba voces que le decían que iba a morir, y otras veces esas mismas voces lo invitaban a suicidarse.
Relata que aún meses después de haber abandonado el consumo sentía que alguién lo perseguía y revivía los “viajes” que hacía cuando estaba bajos los efectos de esa sustancia. Edison Herrera, psicólogo en el tratamiento de estas adicciones, señaló que en la actualidad en Manabí hay un despliegue de estas drogas. Indicó que sustancias como la heroína y los ácidos se han desplegado como un fenómeno, principalmente en cantones del sur de la provincia.
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